El aumento del costo de la vida, el valor de las propiedades, el hacinamiento en las grandes ciudades, entre otras razones ha aumentado el entusiasmo de romper con el individualismo y la competitividad y vivir con más conciencia en conjunto con más personas y familias.

Vivir lejos del ruido, del estrés y en armonía con el entorno natural es una opción que despierta cada día más interés entre aquellos que quieren alejarse de la vida en la gran ciudad. Las personas cada vez más buscan asentarse en zonas alejadas para desarrollar un estilo de vida en comunidad, alternativo y sostenible, construyendo nuevas realidades en conjunto con otras personas que estén en la misma búsqueda.

Ecoaldeas: 

El fenómeno de las ecoaldeas es polémico porque está asociado a un estilo de vida totalmente alternativo al de la ciudad y fuera de lo común, que quiebra con cómo estamos acostumbrados a vivir. 

No es sólo cambiar la ciudad por el campo, la gente que decide elegir este estilo de vida busca desarrollar un modo de vida integrado a la naturaleza, sustentado por lo que se cultiva de la tierra y buscando interactuar con formas de organización en grupo con personas que tengan estos mismos ideales. Estas comunidades buscan reducir el impacto que producen en la naturaleza y depender lo menos posible de elementos que se produzcan fuera de su propia producción.

En Chile, las ecoaldeas comenzaron a formarse hace sólo ocho años y ninguna supera los 40 miembros permanentes. La mayoría es parte de la red EcoChile. Según cifras de la organización, existen entre 15 y 30 de estos proyectos desarrollándose en el país. Muchos quienes son parte de las eco-aldeas, cansados del sistema del consumismo y el estrés dejaron la ciudad para construir una sociedad donde prime la familia y el cuidado del medio ambiente. Creen que sin cambio de hábitos, no habrá futuro posible y pretenden demostrar que es posible llevar una vida sin consumismo ni devastación del medio ambiente.

Los vínculos vecinales basados en el respeto y el cuidado del otro son importantes para la manifestación de hogar que los une, es por eso, que los sistemas de vivienda comunitaria promueven el bienestar a través del diseño y construcción de viviendas y barrios sensibles al paisaje, que invitan a encontrarse, a conversar, para así formar comunidad.

Cohousing o co-vivienda:

El cohousing o co-vivienda en español, por otro lado, consiste en viviendas privadas ubicadas estratégicamente alrededor de una área común para facilitar al máximo la interacción social entre vecinos. Tienen al mismo tiempo viviendas totalmente independientes en las que es posible tener una privacidad total pero donde la vecindad es el factor que une a quienes viven en estas comunidades y combina diferentes soluciones arquitectónicas con los principios de vida comunitaria, cooperativismo y propiedad colectiva.

Estas comunidades son creadas y administradas por sus residentes, quienes valoran una saludable mezcla de privacidad y comunidad. Es el resultado natural de personas que trabajan entre sí por el bien de la comunidad.

Las comunidades intencionales de viviendas colaborativas son una alternativa donde se pueden encontrar los elementos de los barrios tradicionales: familia, comunidad y sentido de pertenencia, conceptos tan ausentes y olvidados en las sociedades modernas.

Existen comunidades intergeneracionales en las que residen armónicamente familias jóvenes con hijos pequeños, adultos de mediana edad y personas mayores en proporciones diferentes dependiendo de los grupos de interesados.  También están las comunidades de Senior Cohousing, pensadas para personas de más de 55 años.

El diseño físico del nuevo barrio debe alentar, inducir y  animar la interacción entre quienes viven en cohousing. El modelo está basado en el concepto de consumo colaborativo: se comparten varios servicios como lavandería, enfermería, salas comunes, generación conjunta de agua caliente y calefacción, etc.  Esto hace que la co-vivienda sea más liviana en su diseño y construcción, por lo que el consumo de energía por hogar individual se reduce al ser más pequeños. 

Vivir en comunidad parte de la convicción de que no habitamos este mundo solos, es por esto que tanto las eco-aldeas, como el cohousing o incluso la unión entre tú y tus vecinos es una buena idea para empezar a vivir en comunidad.